Creemos que es hora, de una vez y para siempre, de derribar el mito del mantenimiento de las casas prefabricadas. Este mito reza que es necesario un mayor mantenimiento para las casas prefabricadas que para las construcciones tradicionales; y como veremos en esta nota, no tiene ninguna razón de ser.

Desde arranque, contamos con el hecho comprobable de que existen infinidad de viviendas prefabricadas en el mundo que cuentan con una gran cantidad de años de historia, por lo que ya se cae el mito desde aquí mismo. Algunas casas hasta se mantienen en pie por siglos, pero, por supuesto, hace falta el mantenimiento adecuado; el cual, no es diferente a las construcciones tradicionales.

En concreto, ahondaremos en lo que necesita una casa prefabricada de madera para un correcto mantenimiento y así poder durar por años sin problemas estructurales. Para ello, es necesario realizar mantenimiento exterior e interior.

El mantenimiento exterior simplemente consiste en mantener la madera en óptimas condiciones para la durabilidad en el medio ambiente. Con sólo la aplicación del barniz adecuado, estamos cumpliendo con la condición necesaria para el mantenimiento externo de la vivienda. Y por si fuera poco, ni siquiera es necesario el lijado de la madera, sino que directamente se aplica a la madera tal y como está en el momento. Así, quedamos hechos para la impermeabilidad y aislamiento exterior necesario para la madera de la cual está construida la casa.

De acuerdo a la luz solar que reciba la casa será la frecuencia necesaria para la aplicación del barniz a la madera exterior. Asimismo, la antigüedad de la casa también es un factor a considerar para la frecuencia de barnizado. En principio es recomendable barnizar las maderas exteriores cada cuatro o cinco años; y a medida que el tiempo pase, se puede llegar a realizar barnizados en lapsos espaciados de hasta diez o quince años.

En cuanto al mantenimiento interior, la parte de la casa que mayor cuidado y mantenimiento suele necesitar, es el suelo. Dependiendo de la humedad del suelo en el cual esté asentado y del uso que tenga, es conveniente realizar también barnizados de mantenimiento al mismo, a fin de conservar sus características por un largo tiempo.

Puede que la frecuencia de barnizado sea diferente a la madera exterior de la vivienda, ya que tiene cierto desgaste producido por el uso frecuente. Por ello, es recomendable barnizar cada 2 o 3 años el suelo.

Cabe resaltar, como detalle final, la capacidad aislante del material. La madera permite cierta aislación climática, tanto del frío como del calor, por lo que puede suponer también menor coste en climatización del ambiente dentro de la casa prefabricada. De esta forma, indirectamente también puede llevar a una reducción de costos de mantenimiento en artefactos de comodidad diaria.

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